La revista ¡HOLA! ha salido a los quioscos este lunes con una gran exclusiva en portada, la boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva. Este evento ha generado una gran expectación, todos los medios se han hecho eco de esta boda, pero sólo ¡HOLA! tiene los derechos de comunicación en exclusiva.

El trabajo de estos profesionales, su inversión y derechos de propiedad intelectual han sido vulnerados, una semana más, con una magnitud sin precedentes, a través de WhatsApp que pertenece a Meta. El PDF de esta revista ha circulado sin ningún control entre decenas de miles de usuarios de WhatsApp.

La piratería de contenidos editoriales es una actividad ilegal y puede ser constitutiva de un delito de conformidad con los artículos 270 y 271 del Código Penal, respecto tanto de las personas que distribuyen el contenido por primera vez lo hayan adquirido o no, como de las que lo reciben y lo vuelven a reenviar. Tenemos que acabar con esta práctica ilegal consistente en los envíos masivos, los profesionales de este sector exigen el reconocimiento y remuneración por su trabajo. Enviar este tipo de contenido por WhatsApp perjudica enormemente a la editorial y evidentemente tiene el mismo efecto que un “robo”. El delito contra la propiedad intelectual puede ser sancionado con penas de prisión de entre seis meses y cuatro años, además de con multas y con la obligación de reparar los daños causados.

Enviar publicaciones por WhatsApp pone en peligro el futuro de la industria editorial.

Es urgente que Meta se responsabilice de las prácticas ilegales que suceden en WhatsApp poniendo fin de manera inmediata a esta distribución ilegítima y cotidiana de contenidos editoriales.

Desde ARI hemos reclamado y seguiremos reclamando a META, que tome medidas para terminar con este atentado contra los derechos de propiedad intelectual sobre nuestras publicaciones. Hoy exigimos una solución. La situación vivida por la revista ¡HOLA! esta semana, que se repite todos los días con periódicos, revistas y novedades editoriales, pone de manifiesto una vez más la gravedad y magnitud del problema para la primera industria cultural del país.

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